domingo, 15 de febrero de 2015

Capitulo 2



Está próxima semana tengo muchos exámenes y no sé si podré publicar por lo que os dejo el segundo capitulo.




Capitulo 2
Mi torpeza




Cierro de un portazo mi casillero sobresaltando a los que se encuentran en el pasillo. Pido una audible disculpa y me dirijo a mi siguiente clase. Por el camino, Nicky no cesa de hablar del chico del otro día. Al parecer, el tal James es famoso en todo el instituto. Es entonces cuando me acuerdo del chico de nueve años que se calló por las escaleras. Ese era James.

-Nicky, tengo clase- la interrumpo- nos vemos luego

Como era habitual, el profesor de latín aun no había llegado lo que ofrecía a sus alumnos unos cinco minutos para mantener conversaciones absurdas, hacer los deberes atrasados o cualquier otra cosa.

Me dirijo a mi asiento, en la tercera fila a la izquierda, lo que me permite mirar por la ventana, y por el camino siento la mirada de alguien clavada en mí. Al girarme me topo con unos impresionantes ojos verdes. 
Me quedo como una idiota viéndole acercase.

-¡Buenos días!- dice James

-Esto…¿hola?- “claro que sí, buena respuesta Charlotte”

-No sabía que estuviéramos en la misma clase- dice sentándose a mi lado

“Otra persona a la que resulto invisible”

-Ni yo

Intentando evitar sus ojos me doy de de bruces con un par de ojos aun más inquietantes. Unos ojos de ensueño. Sin embargo, el portador de esa maravillosa mirada tiene una mueca de disgusto que congela mi sonrisa. Pero no es el único que me ofrece una mala mirada. Una chica rubia me lanza dagas con sus ojos azules. Y una chica morena me mira realmente mal. El resto del grupito nos mira con curiosidad.

-¿Qué…?-comienza James siguiendo mi mirada- Vente conmigo a comer y te los presento- me ofrece

-No gracias- digo tragándome el nudo que tengo en la garganta- no creo que sea bienvenida

-No te preocupes por eso

-No, en serio- insisto- otro día será

En ese momento entra el profesor del latín con su habitual sonrisa. Todos corren de un lado a otro de la habitación. Bueno, todos excepto James.

-Stevenson, haga el favor de sentarse en su sitio

Siento un gran alivio cuando se va pero no dura mucho. Peter Johnson se sienta a continuación como de costumbre a mi lado.

-¿Y bien?- me pregunta sacando sus libros

-¿Y bien qué?- pregunto de vuelta confusa
 
-No te hagas la inocente- le miro con mi casa de no saber que es lo que pasa y no haber roto un plato- 
¿Qué hacía uno de los chicos más calientes y populares de la escuela hablando contigo?

-¿Por qué no iba a hablar conmigo?

-¿Qué día es este, el de las preguntas sin respuesta?

-¡Winfrey! ¡Johnson!- grita el profesor- algo que quieran compartir con la clase

Me pongo pálida al sentir todas las miradas puestas en nosotros. Algunos cuchichean entre si y otros sueltan risas enmascaradas.

-Pues verá, estábamos hablando del horroroso estofado de pollo que hay hoy en la cafetería- dijo Peter- ¿Qué narices lleva eso? ¿Qué quieren, matarnos?

Se escuchan las risas de los alumnos

-Le pido que no mantengan este tipo de conservaciones durante mi clase- dice el profesor- menos mal que me he traído el taper que me hizo mi mujer

Más risas y caso cerrado. El profesor Haler es genial.

-Gracias- le digo a Peter

-No hay de que preciosa- responde él



-Lo que yo decía, esto lleva veneno y su propósito es acabar con nosotros

Peter lleva todo el día despotricando contra la comida de la cafetería. Incluso ha amenazado con hacer una huelga. Este niño nos mata de un disgusto. “Bien, ahora hablo como mi madre”.

-Deja de quejarte y come- le reprocha Nicky molesta

Al momento Peter se calla, y Nicky me lanza una mirada de “este es de los míos”.

-No te gires ahora pero el grupito de James nos está mirando

Como  la mayor parte de las veces desobedezco. En efecto, ocho pares de ojos están puestos en nosotros. 
Y si eso no fuese suficientemente malo, por segunda vez en el día, James se acerca a mí.

-Que no se acerque, que no se acerque, que no se acerque…- suplico

-Demasiado tarde preciosa- dice Peter hablando con la boca llena

James se deja caer a mi lado y me ofrece su usual sonrisa.

-¿Estabais hablando de nosotros?- la pregunta va dirigida al grupillo pero él no aparta la vista de mí

-¿O vosotros de nosotros?- respondo

Peter me mira con cara de pocos amigos y yo a cambio le ofrezco un puchero y un aleteo de pestañas.

-Está mañana os invité a sentaros en nuestra mesa pero Charlotte desecho mi oferta, lo cual me hizo sentir mal

Directo al grano y donde más duele. La mirada acusadora de Nicky lo dice todo.

-¿Qué?- varias cabezas se vuelven hacía nosotros

-Baja la voz Nicky- le pido

-Oye guapo- comienza mi amiga. “¡Ay por dios!, que no diga lo que creo que va a decir”- ¿aún hay asientos libres?

Lo dijo.

-Claro- responde James

“A partir de hoy estás en mi lista negra guapetón”.

Lo que sucedió a continuación desearía poder decir que no ocurrió y poder omitirlo pero, ¿para que mentiros?.

Cuando fui a ponerme en pie, se me quedo la pierna atorada. Caí de una forma muy poco agradable y la bandeja con mi comida salió volando. ¿Qué dónde calló? Pues le dio de lleno a la profesora de guardia, la Rottenmayer del instituto.

-¡Winfrey!



Aguanté el sermón con dignidad y cuando me dieron permiso para irme lo hice maldiciendo en voz baja mi patosidad.

Afuera me esperaban Peter, Nicky, James y un chico pelirrojo al que aun no tenía el placer de conocer.

-¿Y bien? ¿Qué ha pasado? ¿Qué te han dicho?- me pregunta Nicky en cuanto me ve aparecer

-Castigada- respondo encogiéndome de hombros

Peter suelta un silbido de admiración.

-¡Tu primer castigo, preciosa!- exclama como si fuese la cosa más rara del mundo- me encantaría estar allí para apoyarte pero no puedo

-¡Yo estaré allí!- dijo entonces James

-¿Y eso?- pregunté

-Empezó una guerra de comida- responde el amigo de James riendose, y a su vez recibiendo un codazo del aludido



La sala de castigos se encuentra en la planta baja cerca de los vestuarios que dan acceso al vestuario. En la habitación somos como unos diez alumnos. En un principio, James y yo nos sentamos juntos pero el profesor nos separa. Me paso la hora leyendo uno de los libros obligatorios.

-Que clase más aburrida

No puedo estar más de acuerdo con James. En la puerta principal, cuando voy a despedirme, James me hace una proposición un tanto peculiar que no puedo rechazar.

-¡Oye! Este viernes voy a celebrar una fiesta por mi cumpleaños y me gustaría saber si te apetecería venir

-¿Me lo estás diciendo a mí?- le pregunto asombrada

-Si, a ti- responde riéndose

-¡Claro!- exclamo- ¿pueden venir Peter y Nicky?
 
-Claro, cuanto más mejor- respondió

Aquella noche me costó conciliar el sueño pensando en la fiesta del viernes. Aquella tarde cuando llegué a casa llamé a Nicky para decírselo. La chica es muy efusiva. Se puso a chillar emocionada y comenzó a planearlo todo. No puedo evitar sonreír al recordar su reacción.

Peter también se lo tomó bien. Citando específicamente: “es una buena oportunidad para ligar”.

“Chicos” pensé cuando terminamos la conversación.

Apago la radio y me recuesto sobre las almohadas. Mi vida está cambiando.

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