domingo, 21 de abril de 2013

Capitulo 4 (segunda parte) ~ La Isla

Esta semana estuve castigada y ayer no pude publicar el cap así que aquí os lo dejo:



Sophie:

A pesar de que corro todo lo que mis piernas me permiten y me aseguro de que NADIE me vea, no consigo que ese idiota me persiga. Cuando escucho sus pasos acelero. Otro estúpido error. Me tropiezo con una rama perdiendo así el equilibrio, cayendo de bruces contra el frio suelo. Intento volver a levantarme pero me nada más hacerlo caigo al suelo. Al parecer mi pierna no está en buenas condiciones.
En un segundo Adrian estaba intentando levantarme. Lo cierto es que me hubiese encantado levantarme para poder pegarle una patada y salir corriendo otra vez. Pero mi pie sigue sin responder.
-¿En qué narices estabas pensando?
-En que no pienso pasar el tiempo contigo, tengo una vida y cosas que hacer.
Un estruendo interrumpe sus palabras.
Mi cabeza se gira en aquella dirección encontrándome con unos horrible ojos amarillos, espeluznante.  Adrian me coge de la cintura y me echa sobre su espalda, intento resistirme. Empieza a correr al igual que yo doy botes sobre su espalda. Me estoy empezando a marear.
El extraño animal, bicho o le que sea, se interpone en nuestro camino. Adrian me suelta, espero volver a sentir el duro frio contra mi frente, en cambio una extraña sensación, como un latigazo atraviesa mis costillas y me lanza contra un árbol. Acabo tendida nuevamente en el suelo con un dolor punzante que seguramente se debía a unos cuantos huesos rotos. Recibo otro golpe, este en cambio abre una brecha en mi cabeza. Estoy mareada y la vista se me pone nublosa. Cuando levanto la vista me lo encuentro mirándome. Intento retroceder pero me es imposible. Su intensa mirada me tiene atrapada. Cuando suelta el es más atroz de los rugidos se me pone la piel de gallina y pienso que ese es el momento y el lugar de mi muerte. ¿Por qué me tienen que suceder estas cosas a mí? Siempre pensé que cuando muriese, alguien  sabría donde se encontraría  mi cuerpo y me enterrarían  como es  debido. Millones de imagines aparecen  en mi mente al igual que me sucedió en los remolinos. Cuando estoy a punto de cerrar los ojos una figura se planta delante. Con las últimas fuerzas que tengo mantengo mis ojos abiertos para encontrarme el rostro de Adrian. El feo animal cae al suelo con una espada clavada en el estomago. Suelto un grito de victoria en mis adentros que más bien parezco la tía Greta.
-¡Sophie!
Antes de perder el conocimiento siento unos agradable brazos rodearme. Por una vez me permito ser abrazada. Me da igual si odio al tipo que me está tocando. Solo quiero saber que alguien está aquí conmigo.                                                                                                                                                                 

domingo, 14 de abril de 2013

Trailer de Cazadores de Sombras

Solo comentarles que soy una super fan de cazadores de sombras, me he leído todos, TODOS, los libros y estoy ansiosa de que estrenen la película ¿Que me dicen? ¿Estais igual de nerviosos?
No importa, yo si.




Madre mía, que ganas jajjaja
Buen finde

Capitulo 4 (primera parte) ~ La Isla

Este capitulo lo voy a dividir en dos partes.
Veré si más tarde puedo subirlo ;)

Adrian:
Menudo puto dolor de cabeza. Y encima tengo el brazo lleno de moratones. Vete a saber si se me ha caído algún diente. Pero mi espalda es lo peor. Y las cosas mejoran. No sé donde me encuentro.
La habitación es sosa. Con tres simples cosas. Un armario, una mesa y una cama. ¿Lo bueno? Nah, no hay nada.
-La bella durmiente despertó
Me giro para encontrarme cara a cara con la misma chica que me tiro por la borda
-Tú-  mi voz desprende desprecio, en cambio mi posición no es lo bastante intimidante para asustar a la rebelde, a no ser que encuentre los moratones un indicio de rebeldía.
-¿Sabes? tengo nombre
-Pues bien por ti- me doy un paso más cerca - Ahora dime donde me has traído.
-Para empezar. No me hables en ese tono ¿te ha quedado claro? Y segundo. Nos encontramos en una isla, no me acuerdo de cómo se llamaba…
-Primero. Te hablaré como me dé la gana. Y lo segundo. ¡ME MARCHO! ¿Necesitas que te lo repita?
- No puedes.
-Porque tú lo digas
-Pues sí, yo lo digo
-¡Sophie!
Un señor que fácilmente puede ser nuestro padre se aproxima a la chica irritante. Coloca su mano sobre su hombro. Luego dirige sus penetrantes ojos grises hacía mí.
-Adrian Crash. Es un placer conocerte. No prestes a tención a Sophie. Es una cascarrabias
-Mentiroso- murmura ella
-Me llamo Geroge Derson
-Pues el mío ya te lo sabes. Ale, fin de la presentación.
-Madre mía, que dos…- suspira Geroge sacudiendo la cabeza con irritación

sábado, 13 de abril de 2013

Capitulo 3 ~ Salvados

Una vez más disculpen las molestias.
Espero que os guste

Una luz cegadora me despierta. Cuando abro los ojos y me ubico los recuerdos acuden a mí mente, decido que es el momento de seguir adelante. Adrian sigue inconsciente por lo cual emprendo el viaje arrastrándolo  conmigo nuevamente. Cuando llegamos  a la orilla de un rio, un extraño ser vivo el cual es el cuatro cabezas más alto que el  hombre con ropas extravagantes y una larga barba, y aparte de eso tiene un pico, tres patas y una gran cola. Su pelaje es rugoso y de un color verde musgo. No puedo salir de mi asombro. ¿Dónde estamos?
-¿Quiénes sois?-pregunta el extraño
-¿Perdón?- no sé quién este tipo y lo que pretende pero al menos es un ser humano, creo
-He preguntado quienes sois- su vos es grave e inflexible
-Disculpe, mi nombre es Emma y mi compañero se llama Philip. Nuestro barco naufragó y acabamos aquí. No sabemos cómo volver y él está herido- miento, aunque no del todo
-Forasteros, ¿eh?
- Sí, se puede decir así
-¿Podéis verificar que no lleva armas consigo?
-No tengo a mi disposición ningún arma puesto que la marea se las llevó todas.
-Bien. Acompallenme.
-No creo que debamos, no lo conocemos
-Esperad que me aclare: no saben donde están y soy la única persona que encontrareis por los alrededores
No veo otra solución. Baja del extraño animal y se aproxima a mi compañero elevándolo y colocándolo sobre el lomo del precioso pura sangre. A continuación me ofrece subir al  animal  y puesto que la otra opción es ir caminando entre el fango y vete a saber que otras superficies acepto su oferta no sin cierto resentimiento.  Monto tras Adrian. El señor sujeta las riendas y nos guía por la senda. Quedo fascinada, desde aquí  las cosas se pueden ver desde otra perspectiva. Flores de diversos colores y formas nunca vistas. Arboles de gran tamaño y follaje. Las nubes esponjosas creando diversas y espectaculares formas  dando sombra y vida a todo lo que nos rodea.
No sé cuánto tiempo llevamos. Pero ya ha oscurecido del todo. Observo como nuestro guía nos lleva impávido, ¿Qué le pasa, acaso tiene los pies de plomo?  A lo lejos capto un leve resplandor a medida que nos acercando se intensifica más.  Escucho el sonido de pasos y nuevas voces.
-Señorita, llegamos- me informa el extraño
Contemplo la multitud congregada a nuestro alrededor. Seguro que esto es una trampa. Pero estoy demasiado débil para contraatacar. De repente, un señor se abre paso entre todo el alboroto.
-Señores, señoras, señoritos, señoritas, niños y niñas, os pido silencio.
Esas simples palabras ahogaron las del resto. Y reinó él silencio.
-¿Cómo te llamas, jovencita?
-Se llama Emma, señor Derson
-Hugo, permítame preguntarle a la señorita, ¿realmente te llamas así?
Algo en su voz me desconcierta y al poco me veo revelando mi verdadera identidad.
-No señor, mi verdadero nombre es Sophie. Sophie Leightbour
-¿Y tu acompañante?
-Pero si ya sabes mi nombre, señor- el tal Hugo tiene un pésimo sentido del humor
-Disculpe, pero no debo hablar en nombre de otra persona
-Y yo no pienso obligarte a hacerlo. Estoy seguro de que estarás muy cansada y tu compañero necesita ayuda urgente.
-Pues sí. Parecer ser que es único que se ha percatado de ese detalle- respondo suspicaz
-Bien, Amanda acompaña a nuestro huésped a su habitación
Una joven me acompaña entre la multitud no sin antes ver como depositan a Adrian en el suelo.

miércoles, 3 de abril de 2013

Capitulo 2 ~ Atrapados

Os dejo un nuevo capitulo.
Es un regalito, no creo que vaya a poder publicar tan diariamente pero bueno, cada cosa con su tiempo.
Perdonadme las faltas de ortografía, cuando tenga tiempo lo reviso y lo reescribo.
Besos y saludos ;)

Sophie:

Noto el cuerpo inerte de mi compañero y ciertamente me asusto pero su brazo me confirma que aun se encuentra bien…metafóricamente. Está desmayado y recibiendo un montón de golpes, incluso más que yo, y eso me preocupa. No sé ni cómo ha aguantado tanto. Seguimos por el mismo pasaje hasta que finalmente los golpes cesan, la marea baja y por último a lo lejos se divisa una playa. Sonrío para mis adentros y acompaño a mi compañero a la orilla, de una manera pésima pero que se le va a hacer. Estoy agotada. Me dejo caer sobre la arena y me permito cerrar los ojos para recuperar el aliento además de soltar todo el agua posible. Una vez que me he recuperado vuelvo la atención al joven que descansa inerte sobre la playa con las olas salpicándole. Me agacho a su lado para comprobar su pulso el cual es regular, por suerte.

Saco mi teléfono de la parte trasera dando por sentado que estaría roto. He viajado por un remolino lleno de rocas clavándose en mi piel y he aterrizado en un lugar extraño donde puede que él único ser con vida aparte de las plantas y nosotros dos sean caníbales. Le levanto apoyándole contra mi cuerpo. Tengo rasguños y la espalda un poco magullada pero Iskander ha parado los peores golpes llevándose consigo lo peor. En este momento me alegro de haber asistido a los entrenamientos. Me cuesta un poco emprender el camino pero finalmente consigo arrastrarle conmigo, hacía donde quiera que el destino desee que vaya, digo vayamos. Para cuando llega la noche estoy incluso peor, no he comido ni bebido nada y los golpes recibidos no ayudan. Todo es bosque y más bosque, hasta ahora solo me he encontrado con un par de ardillas, varios insectos y tarántulas, nada del otro mundo. Encuentro un espacio oculto y sin ningún habitante. Apoyo a Adrian en el suelo. Me he dado cuenta que todavía llevo el cuchillo y mi pañuelo de la suerte. En el camino encontré un arroyo, no pude verificar si el agua era potable igualmente ahora no importa en absoluto. Limpie sus heridas como me fue posible y volví a intentar despertarle, no funcionó. Al menos pude sacarle un poco de agua  del cuerpo.  Ahora estoy tumbada en la hierba pensando en todo lo que ha sucedido desde entonces. Dejé a mi familia, me uní a los Dourglar, he cumplido millones de misiones, pero nunca me había quedado más de unas horas o un día (que es lo que tardan en venir los refuerzos) con uno de los protegidos. No puedo permitir que lo capturen nuevamente o mi record y mi vida se vendrán abajo. Me giro para encontrarlo recostado entre los arbustos, el pecho sube y baja tranquilamente y su mente es ajena a todo lo que sucede alrededor. Decido descansar un poco, no me puedo permitir flaquear en estas circunstancias.

martes, 2 de abril de 2013

Capitulo 1 ~ El Rescate

Os dejo el primer capitulo.
Espero que os guste.

Adrian:

Parpadeo repetidas veces, molesto por la débil luz que emite la destartalada bombillita que se balancea sobre mi cabeza.
Tengo los miembros doloridos, la vista borrosa, un dolor tremendo en las costillas, el labio inferior rato al igual que la nariz y una gran brecha en la cabeza que no deja de gotear sangre.
He perdido la noción del tiempo.
Las esposas que mantienen presas mis muñecas me producen un extraño picor.
Agudizando un poco el oído soy capaz de percibir los leves mormullos de la conversación que mis secuestradores están manteniendo al otro lado de la puerta.  No sé donde me encuentro y mucho menos que es lo que quieren de mí.
Una nueva voz se alza entre las demás:
-Aparátense de mi camino
Escucho pasos. Los hombres se acercan. La puerta de mi habitación emite un leve chirrido antes de abrirse de par en par.
Inmediatamente me yergo, sacando pecho y manteniendo la cabeza en alto.
Mis músculos se tensan en cuanto un hombre encapuchado entra en la sala. Emite un aura espeluznante.
-¡Soltadle!
Entran dos hombres más. El primero de ellos tiene el pelo azul al igual que sus ojos, me es indiferente. Sin embargo el segundo  y el segundo rápidamente capta mi puesto que es mi agresor.
Le miro con odio recibiendo a cambio de su parte una mirada confiada seguida por una torcida sonrisa.
-Soltadle- exige el que parece ser el jefe
-Pero…-comienza el primero
-Sin excusas- le interrumpe- ¡Ahora!
Se acerca a mí y me desata los pies.  Tengo la tentación de darles una patada y salir corriendo pero mantengo la compostura. Al fin y al cabo me están soltando, por así decirlo.
-Vuelvan a sus tareas- les dice el encapuchado saliendo de la estancia- Y usted Alexander Shiedfield, acompáñeme.
No hay escapatoria así que por una vez y por mucho que me cueste hacerlo, sigo las instrucciones que me dan.
Las paredes tienen un color mugriento. Son de un blanco sucio.  Los pasillos están iluminados por bombillas similares a las de mi celda. A ambos lados han puertas cerradas. De algunas de ellas emergen gritos; de otras, golpes secos. Horribles sonidos llegan a mis oídos.
Subimos muchas escaleras, atravesamos largos pasillos y chirriantes puertas  hasta finalmente llegar a una gran puerta de hierro.
Mi “acompañante” deja caer la capucha negra. Mis ojos se abren de par en par, atónito. ¡Una mujer! El tipo de hace unos segundos, el de la voz grave es una mujer. Y no una cualquiera, es muy guapa. Su cabello es oscuro con mechas rojas y corto. Y sus ojos son grises.
-Chist, no quiero que llamemos la atención
Al salir descubro que nos encontramos en un barco.
-¿Qué hacemos en un barco?- pregunto por primera vez
-La pregunta es, ¿sabes nadar?
Antes de que me de cuanta me empuja por la borda lanzándome a la mar. El agua está congelada y se me para la circulación cuando me adentro en ella. Me cuesta respirar y el gran oleaje me arrastra a donde le da la gana. Siento la presión de una pequeña mano sobre la mía, deslizándose por mi brazo y el absurdo deseo de que sea una sirena me hace soltar una carcajada lo que produce que me trague bastante agua. Esa mano tira de mí sacándome a la superficie donde por fin puedo respirar. Escupo toda el agua que soy capaz pero las olas siguen golpeando contra mí y arrastrándome. Giro la cabeza y descubro que la que está a mi lado es la misma chica que antes. En este momento no se si estar agradecido con ella por haberme sacado de aquel antro de mala muerte o dispuesto a ahogarla. Pero me contengo. Un dolor punzante me atraviesa la costilla dándome a entender que me he chocado contra una roca. Noto como sus brazos suben hasta agarrarse a mi cuello, me deslizo por la roca para más tarde chocar contra otra. Un sinfín de rocas me golpea por todos lados pero mantengo mi brazo alrededor de mi salvadora aguantando los golpes como me es posible. Al final no aguanto más y pierdo la conciencia.

Dancing Robot Brown Blue Heart